Pensando

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julio 12, 2009, 11:37 am
Filed under: Campechano, Jakoso, Opinión | Etiquetas: Amigos, Cine, Enojo, Nombrecitos

– La semana pasada fui a ver la película «La Decisión Más Difícil» y está MUY buena. De esas que aflojan la nariz y en los silencios escuchas los snif, snif de todos los que estamos en la sala. PERO, maldito sea el gordo maricón que se sentó a mi lado y que, coño, no puede ver una maldita película en silencio. ¿Qué pedo? ¿Por qué tienen que estar comentando todo lo que, chingadamadre, está pasando? ¿Y hacer preguntas pendejas? ¿se murió? CHINGADO, ve la película y cállate. Recomendada, pero sin gordos jotos que les arruinen la película.

– Acabo de revisar en mi mail un correo de esos que juntan firmas para alguna noblísima causa y en el número 293 estaba un fulano que se llama Ivanhoe Sánchez Vásquez ¿Qué pedo? Todavía, si se apellidara Williams, bueh, pasa, pero ¿cómo se les ocurre ponerle a una criatura Ivanhoe Sánchez? Definitivamente superó a Brian Israel y a Donovan Alejandro (nombres reales de criaturas que yo conozco en persona, no es broma).

– Como que algo anda mal en el universo y se alineó para joderme unos días: el miércoles no encontré las llaves del coche, el jueves madrié el parabrisas, el viernes perdí mi cartera y ayer sábado troné la dirección de la camioneta de Jany. Al menos la cartera la regresaron, pero como que algo intenta decirme el universo.

– El jueves que ibamos a cenar todos los amiguines estábamos diciendo que el Melate está en 215 millones de pesos y fantaseábamos sobre lo que haríamos. Tengo una teoría. Fíjense en las personas que ganan siempre los sorteos de casas, carros, promociones de Tang, lotería, melate, super loto y demás: casi siempre son personas, en el más descriptivo y no peyorativo sentido de la palabra, de clase económica baja. ¿Por qué? Mi teoría es que Dios (o el ente superior de su preferencia) permite ganar a las personas que de otro modo no obtendrían esos bienes, es decir, yo por ejemplo nunca ganaré la lotería ni los 216 millones (ni ninguno de los que íbamos el jueves en el coche) por que podemos obtenerlo con trabajo y esfuerzo, con nuestra preparación e inteligencia. «Pinche mamón» me dijeron, tal vez sí pero, CHINGADO, que mierda que tengamos que trabajar y no nos llegue un aliviane así, siquiera unos mil varos en el ráscale, ¡lo que sea!. Todavía que ellos se van a ganar el reino de los cielos, se ganan los premios en el reino de la tierra. Injusto a mi punto de vista.

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